Mujeres y Hombres del Poder, por Gabriel Ibarra Bourjac //
La transición se ha registrado en la Federación de Trabajadores de Jalisco (FTJ), la organización sindical de trabajadores formada por el líder obrero ya desaparecido Don Heliodoro Hernández Loza, que marcó toda una era en Jalisco, al igual que Fidel Velázquez a nivel nacional.
En cerca de tres décadas en México la política cambió, la pluralidad y la alternancia vino a suplir al partido único de Estado. Igual sucedió en el mundo del sindicalismo.
A los viejos líderes los jubiló la vida y fue llegando una nueva generación. En Jalisco, principalmente en la FTJ, se ha vivido un proceso de renovación, después de tiempos convulsos cuando desapareció su líder y fundador, Heliodoro Hernández Loza. Se dio una férrea disputa por el poder hasta que llegó de Vallarta Rafael Yerena Zambrano a generar la paz y reconstruir a la organización.
Pasaron dos décadas desde entonces y ha llegado el retiro de Yerena a quien se le tendrá que reconocer su talente siempre negociador, cuidando la fuente de empleo, pero sin olvidar los derechos justos de los trabajadores.
Se va Yerena con la satisfacción del deber cumplido y llega su alumno más leal y capaz que logró formar, como es Juan Huerta, que se forjó en el campo de la política y del sindicalismo como brazo derecho del líder caballeroso que se ganó el reconocimiento de tirios y troyanos por su sentido de responsabilidad con el trato con el sector productivo y sus agremiados.
LA ERA DE JUAN HUERTA
El pasado sábado Juan Huerta fue encumbrado Secretario General de la Federación de Trabajadores de Jalisco teniendo de testigos de calidad al gobernador Enrique Alfaro y al dirigente de la CTM, Carlos Aceves del Olmo. Previo a la toma de protesta en el Congreso Extraordinario los agremiados a la organización sindical lo eligieron por unanimidad, así fue, por unanimidad, de acuerdo a las viejas formas de la propia CTM.
Para que el proceso se diera “aterciopelado”, mucho tuvo que ver la visión y madurez de Rafael Yerena, quien contrario a otros líderes obreros, decidió retirarse y pasarle el bastón de mando a su discípulo, lo que no sucede en la CTM nivel nacional donde se da el relevo con los pies por delante y no antes.
El talante de apertura y de sensibilidad de Juan Huerta para conducir sus relaciones tanto en lo interno como en lo externo, le permitió ganarse, primero, la confianza y el apoyo de Yerena, y al mismo tiempo el de los líderes sindicales de los que se convirtió en un aliado, defendiéndolos cuando se ha requerido.
La FTJ que deja Rafael Yerena en comparación con la que recibió es muy distinta, donde prevalece la armonía sobre la discordia, una organización que se revitalizó, que se ganó la confianza y el reconocimiento de las empresas y del gobierno, con una visión abierta a todos los grupos y partidos políticos, sin camisas de fuerza, desmarcándose del PRI con el que caminó de la mano desde su fundación.
LOS NUEVOS TIEMPOS
Juan Huerta en su primer mensaje como líder de la FTJ articuló un discurso acorde a lo que debe ser el sindicalismo de esta nueva era de cambios vertiginosos y que se traduce en par de párrafos que pronunció:
“Las organizaciones sindicales obreras adheridas a nuestra organización refrendan su compromiso con la democracia sindical, la libertad de asociación, la libre negociación colectiva, la conciliación a los conflictos de trabajo, la rendición de cuentas, el diálogo social permanente, la conciencia de clase y la unidad fraternal sindical”.
“Hoy nos encontramos en un escenario lleno de retos para el sindicalismo, estamos en un contexto colectivo laboral de reciente creación, aun en etapa transitoria para Jalisco. Las organizaciones sindicales debemos de adaptarnos a las nuevas reglas del bloque colectivo laboral, que compartimos con nuestros vecinos del norte de Estados Unidos y Canadá…debemos de aprender a tratar con las nuevas autoridades, registrales, conciliatorias y judiciales”.
Un aliado de Juan Huerta y viceversa ha sido el gobernador Enrique Alfaro, con pleno entendimiento, igual los líderes de las organizaciones empresariales, han trabajado por medio del diálogo, para enfrentar capital-trabajo y gobierno los desafíos, como ha sido la terrible pandemia, la nueva ley de justicia y democracia laboral, que obliga al cambio y la transformación, dejando atrás el viejo modelo para construir el nuevo modelo.
Juan Huerta ha sabido leer lo que conlleva las nuevas reglas de la economía, producto del T-MEC y que exige el ejercicio democrático de los sindicatos y que sus líderes tengan contacto permanente con su base, dejando atrás los contratos como machotes con el empresario a cambio de una gratificación económica.
Este proceso lo ha vivido el nuevo dirigente de la FTJ, pues estos últimos cinco años le ha tocado conocer y debatir este nuevo modelo que no tiene reversa en el que los dirigentes sindicales deben de revalidar su representatividad ante la base a la que están obligados a escuchar y atender.
Llega a muy buena edad a la Secretaría General, con la fuerza y energía necesaria que le permitan la construcción de un sindicalismo moderno, actualizado y congruente con nuestros tiempos, como el propio Juan Huerta lo precisó.
“O nos revitalizamos y salimos adelante más fuertes que nunca, con una propuesta de sindicalismo moderno, activo y propositivo”.
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