«Nos están tratando como si fuéramos rehenes, no permiten ni que nos traigan comida». Una de los nueve médicos que desde ayer está encerrada en la sede de la Dirección de Recursos Humanos del Servicio Madrileño del Servicio Madrileño de Salud (Sermas) ha relatado el calvario que están viviendo después de que fracasaran las negociaciones con la Consejería.
La situación comienza a ser insoportable. Tras la quinta reunión entre Consejería y sindicatos para desbloquear la huelga de médicos que vive la Comunidad desde el pasado 21 de noviembre, los representantes de los trabajadores decidieron encerrarse en la sede del Sermas por la falta de avances. María Justicia, presidenta de Atención Primaria de Amyts y una de las facultativas que ha pasado la noche en el edificio, explica que la decisión se ha tomado ante la negativa de Salud a negociar el asunto de la financiación.
«Hay varios problemas a atajar, pero ellos solo negocian en la sobrecarga asistencial. Llegamos a un acuerdo para atender a 34 pacientes al día, pero a partir del 35 nos dicen que la atención estará sujeta a voluntarios que hagan las horas extras y absorban las agendas de pacientes que no entran en las agendas. Cuando les preguntamos qué va a pasar con esas personas nos dicen que ya se verá», revela.
Luego está el problema de la financiación. Los médicos desde 2020 que se cumplan los acuerdos de salida de 2020 en el que se firmaban unas medidas retributivas que, denuncia Justicia, no se están ejecutando. «Tenemos la desconfianza de que, si no las acepta Hacienda, las medidas retributivas no firmaran, por eso queremos un interlocutor de esta Consejería», añade.
Ante la negativa de Sanidad, los representantes sindicales se plantaron. «En la última reunión nos acusaron de levantarnos de la mesa, esta vez no lo haremos», comenta la presidenta de de AP de Amyts. Justicia revela que han tenido que dormir en el suelo con apenas tres mantas que unos compañeros lanzaron al balcón. Hoy tampoco han permitido que les entreguen ropa ni comida. «La Consejería ha dado la orden de que solo pueden traernos medicinas. Nos tratan como si fuéramos rehenes. Cerraron la habitación contigua que tenía un sofá y tenemos vigilancia que solo nos permite ir al cuarto de baño. Hasta han prohibido a cualquier hablar con nosotros. No tenemos nada», asegura.
Justicia afirma que la directora general de Recursos Humanos del Sermas les pidió que escribieran en un papel lo que necesitaran y, lejos de atender sus peticiones, esta se lo dio a un diputado que lo tuiteó. «Es una continuación del maltrato al que somete la Consejería a los médicos de la Comunidad de Madrid. Estamos esperando a que alguien venga a negociar porque es una situación desesperada», concluye la facultativa.
Crédito: Enlace fuente
Discussion about this post