El ministro de Exteriores chino, Wang Yi, ha hecho en las últimas horas las declaraciones más claras hasta el momento sobre las sanciones estadounidenses a Rusia por la invasión de Ucrania.
El líder diplomático chino dejó claro que su país no quiere verse afectado por estas medidas. Así lo aseguró en una conversación telefónica con su homólogo español, José Manuel Albares. “China no es parte de la crisis, ni quiere que las sanciones afecten al país […] China tiene derecho a salvaguardar sus derechos e intereses legítimos”, dijo Wang.
Pekín hace estas declaraciones al día siguiente de que trascendieran informaciones acerca de una posible petición de ayuda económica y militar por parte de Rusia, algo que las autoridades chinas negaron en todo momento.
La respuesta de las administraciones a la acogida de refugiados procedentes de Ucrania empieza tomar forma en España. Algunas comisarías empiezan a tramitar las peticiones de protección de estos ciudadanos, que se beneficiarán del estatuto especial concedido por la Unión Europea.
Estas peticiones, si se cumple la normativa, deben quedar resueltas en 24 horas desde el momento en que se presentan lo que constituye un tratamiento excepcional.
Madrid ya dispone de un servicio del centro de referencia para la primera acogida, y según desveló el ministro del Inclusión, José Luis Escrivá, se creará uno parecido en un pabellón de la Fira de Barcelona que abrirá sus puertas el próximo viernes.
Un día después de arrasar una base militar en Lviv,
dos misiles rusos destruyeron con precisión una torre de televisión en Rivne. La zona es un nudo de comunicaciones clave para la llegada del armamento que tanto urge al Gobierno ucraniano.
Al mismo tiempo, Rusia admite que la operación no avanza tan rápidamente como desearía ni como tenía previsto inicialmente.
El ministro de Exteriores de China, Wang Yi, y su homólogo español, José Manuel Albares, mantuvieron una conversación telefónica este pasado lunes en la que se comprometieron a apostar por el diálogo para poner fin a la guerra entre Rusia y Ucrania.
En el encuentro, Albares consideró que la situación en Ucrania «amenaza la paz y la seguridad europeas» y aseguró que España «espera que se ponga fin a la guerra mediante el diálogo y la diplomacia». Mostró su esperanza de que China tenga un «papel activo» en la promoción de la paz.
El canciller chino, por su parte, explicó que desde el comienzo de la crisis el país asiático «ha promovido la paz y las conversaciones a su manera» y se mostró esperanzado de que la cuarta ronda de conversaciones entre Rusia y Ucrania tenga «un progreso aceptable para todas las partes».
El jefe de la Guardia Nacional y uno de los integrantes del círculo íntimo de Vladímir Putin, Viktor Zolotov, ha admitido durante estas últimas horas que Rusia avanza más lentamente de lo deseado en territorio ucraniano.
«Me gustaría decir que sí, pero no todo va tan rápido como nos gustaría», ha considerado Zolotov. Así, a parte de enmenda al ministro de Defensa, sus palabras parecen ajustarse a los hechos, tal y como detalla el enviado especial de
La Vanguardia en Kyiv, Joaquín Luna.
Las tropas rusas destruyeron este pasado lunes una estación de televisión próxima a Rivne, una ciudad que se encuentra a un centenar de kilómetros de la frontera entre Ucrania y Polonia.
De este modo, Rusia vuelve a realizar un ataque en un punto cercano a las fronteras de la antigua república soviética con territorio de la OTAN. El balance oficial por ahora es de nueve muertos, según informa el enviado especial de
La Vanguardia en Kyiv.
La zona es un nudo de comunicaciones y, por lo tanto, puerta de entrada del armamento exterior que el Gobierno ucraniano pide con urgencia.
El superyate
Valerie, vinculado al oligarca ruso Sergei Chemezov, ha sido inmovilizado en la ciudad de Barcelona en aplicación de las sanciones aprobadas por la Unión Europea contra Rusia, su presidente Vladímir Putin y varios oligarcas del país.
El yate, atracado en el puerto de la capital catalana por cuestiones de mantenimiento y reparación, está valorado en 140 millones de dólares y tiene 85 metros de eslora. Tiene bandera de las islas de San Vicente y las Granadinas y se encuentra en un astillero de la ciudad.
Militares rusos controlan las centrales nucleares de Chernóbil y Zaporiyia junto con guardias y personal ucranianos. Así lo confirmó esta pasada noche Alexey Polishchuk, director del Segundo Departamento del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, a la agencia rusa
Sputnik.
En sus declaraciones, Polishchuk ha dicho además que las dos centrales habían vuelto a operar con normalidad, y que los niveles de radiación eran también normales, «lo cual está confirmado por el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)».
Washington afirma que tiene «rutas múltiples» para hacer llegar su asistencia militar a Ucrania, tras el bombardeo ruso del pasado fin de semana contra una base castrense en el oeste ucraniano, a solo 20 kilómetros de la frontera con Polonia.
El Pentágono no ve que ese ataque, que causó 35 muertos y 134 heridos, sea «un punto de inflexión» en el conflicto. Así lo consideró este pasado lunes el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, en rueda de prensa, en la que descartó que ese bombardeo ruso y otros similares contra puntos del oeste de la antigua república soviética vayan a suponer un cambio en la situación.
La sospecha de una posible ayuda económica y militar de China a Rusia en la guerra de Ucrania puede influir en la cuarta ronda de negociaciones que mantienen delegaciones rusas y ucranianas, esta vez por videoconferencia.
La cuarta reunión empezó este pasado lunes y se retomará hoy. «Hemos hecho una pausa técnica hasta mañana para un trabajo adicional en los subgrupos y para concretar determinados aspectos. Las negociaciones continúan», ha asegurado en su cuenta de Telegram Mijaíl Podoliak, asesor de la oficina de la Presidencia.
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