En nuestra ciudad se realizaron varias actividades este sábado por la Marcha Mundial de la Marihuana, bajo el lema “Tandil se Planta”.
En la plaza Independencia, entre las actividades, se destacaron las bandas, grafitis en vivo y maquillaje artístico, entre otras. La marcha comenzó alrededor de las 16.30.
«Hoy es un día de celebración por la vida y por los logros obtenidos. También un día de reafirmación en la lucha. Para que de una vez por todas termine la criminalización y por los cambios legislativos que aún faltan» señaló Ana Fazekas, presidenta de Cannabis Medicinal Tandil.
Documento Nacional “Marcha Mundial de la Marihuana 2022’’
¡A trece años del fallo Arriola a lo largo y ancho del país, en cada barrio, en cada pueblo y en cada ciudad de la Argentina las personas usuarias y cultivadoras de marihuana seguimos siendo criminalizadas!
Hoy marchamos para exigir la derogación urgente de las penas asociadas a la tenencia de drogas ilegalizadas y al cultivo de cannabis para uso personal, la regulación de la producción y el acceso para todos sus usos. También marchamos para pedir la absolución y amnistía para todas aquellas personas criminalizadas.
Es importante que hoy haya cultivos legales, domésticos, de investigación y productivos para fines medicinales, terapéuticos y paliativos del dolor; pero esto NO debe hacernos olvidar que en nuestro país son procesadas y, en algunos casos, encarceladas miles de personas por tener drogas ilegalizadas para uso personal o por cultivar marihuana.
La prohibición viola el derecho constitucional de la privacidad de las personas y el derecho al libre desarrollo de la personalidad, entre otros. Y al mismo tiempo crea chivos expiatorios que justifican el accionar represivo de las policías y fuerzas de seguridad en todo el país, con un costo humano y económico altísimo.
La guerra contra las drogas no solo ha fracasado en nuestro país y en el mundo, también profundizó otras problemáticas estructurales como el aumento de la violencia institucional, la proliferación del crimen organizado y su consecuente impacto en las poblaciones vulneradas, para quienes muchas veces la venta al menudeo resulta su único medio para acceder a una fuente de ingreso. Esta situación debe revertirse y repararse legal y económicamente. Por eso necesitamos políticas públicas y leyes que aborden estos temas con un enfoque de justicia social
También queremos remarcar que el prohibicionismo es sinónimo de machismo. Tanto las mujeres como la comunidad LGBTI+ constituyen un universo particularmente vulnerado por la ley de drogas. La persecución encarnizada de las fuerzas de seguridad por delitos no violentos contra mujeres jefas de familia de escasos recursos económicos y a la comunidad travesti trans es algo tan común como preocupante en nuestro país.
Este es un año particularmente doloroso en materia de políticas de drogas para la Argentina. A principios de febrero, 24 personas murieron luego de consumir una partida de cocaína adulterada. En pocas horas fuimos testigos de una pequeña epidemia que dejó en claro los terribles costos que tiene la ausencia de políticas públicas serias y lo endeble de la supuesta “lucha contra el narcotráfico”.
Muchas de las víctimas, sus seres queridos y familiares, dudaron al momento de pedir ayuda o trasladarse a una guardia médica por temor a represalias policiales y judiciales por usar una droga ilegalizada. A algunas de estas personas, la duda les costó la vida. Esto es imperdonable. Sin la despenalización de los delitos asociados al consumo no hay acceso pleno a los servicios de salud. ¿Cuántas vidas más nos va a costar entenderlo?
También tuvimos que lamentar la muerte de cuatro personas en una comunidad terapéutica clandestina en Pilar, provincia de Buenos Aires. Algunas personas estaban internadas ahí por orden judicial. Hoy sabemos por el relato de quienes sobrevivieron que en el lugar se los torturaba diariamente. El encierro no cura.
Por eso nos preocupa que, a más de 10 años de la sanción de la ley nacional de Salud Mental, todavía haya denuncias penales porque un municipio reparte folletería de reducción de riesgos y daños para quienes consumen sustancias legales e ilegales. Es una práctica legal. Siempre lo fue. Basta de oscurantismo, no existe libre elección sin libre acceso a la información.
Despenalización y regulación
Exigimos una nueva ley de drogas y la derogación de la ley 23.737 por su carácter inconstitucional. Así lo indicó la Corte Suprema de Justicia de la Nación en diferentes fallos. Desde hace más de 30 años tenemos una ley que vulnera nuestras libertades e instaló la represión y el control social. Nuestro horizonte continúa siendo la regulación integral del Cannabis para que no haya más presos, presas y preses.
Necesitamos una amnistía general y una reparación histórica a las personas perseguidas y afectadas, siendo las mujeres, la población trans, travesti y no binaria, los y las migrantes, afros y las personas pobres las principales víctimas del prohibicionismo.
Es urgente la capacitación a las policías, Fuerzas de Seguridad y el Poder Judicial sobre el avance normativo y de derechos, así como la implementación de sanciones administrativas a quienes desempeñan cargos públicos y violan nuestros derechos adquiridos.
En un día tan importante como hoy queremos pedir que haya justicia y se libere a aquellos compañeros que van a juicio este año: Ariel Cosimano, Eros y Ariel del Buono, Hernan y Adrián de Olavarría, Maria Acuña de Azul, Milena Kenf y Sergio Mauceri de Pigüé e Isabel Hergiseirmen de Darragueira, entre otros.
Producción y comercialización
La reciente aprobación de la ley de industrialización del cannabis es una oportunidad de brindar acceso a trabajo genuino y subvencionado para insertar competitivamente al sector cannábico.
Celebramos que la ley incorpore la inclusión, la promoción e industrialización de las economías regionales y el reconocimiento de la calidad de los Fitopreparados de ONG ‘s, cooperativas, productores y productoras: necesitamos que se impulsen y prioricen los artículos que garantizan el acceso en la implementación, para que realmente esta industria se legalice con reglas de comercio justo y soberanía nacional.
Una ley que beneficie a pocas persona y empresas y deje fuera a los sectores que sostuvimos el saber sobre la planta durante las décadas de la prohibición, arriesgando la vida y la libertad, sería un avance corporativo y extractivista sobre nuestras cuerpos y nuestro territorio. Pedimos prioridad en registros y licencias para personas vulneradas por la ley 23.737, grupos pre cooperativos y pequeños productores.
También exigimos el estímulo y desarrollo del cáñamo en nuestro país. En este cultivo y su correcto aprovechamiento radica la posibilidad de incorporar un sinfín de productos complementarios, suplementarios y sustentables que generen valor agregado y empleo de calidad. Este debate se encuentra transcurriendo mientras transitamos el colapso ecológico. Postergar nuevas soluciones y alternativas socioambientales enmascara la falta de compromisos políticos con visión sistémica y en resonancia con la realidad que atravesamos.
Les criadores de semillas necesitamos que el estado asegure los canales de producción y distribución para quienes venimos trabajando desde hace años en el mejoramiento genético y estabilización de variedades con el fin de generar un mercado nacional de semillas de calidad para que cada une de les cultivadores puedan acceder a una planta hecha en este suelo y para este suelo. Defendiendo nuestra soberanía y generando el imprescindible apoyo a la industria nacional.
Desde el sector comercial necesitamos que los municipios faciliten instancias de formación para que no sucedan más casos de clausura de locales habilitados, como ocurrió en San Miguel. El sector de insumos para cultivo de marihuana brinda trabajo formal a miles de personas en todo el país. Asimismo, los growshops pueden ser el nexo entre les usuarios de Reprocann y el acceso a la semilla, cuya venta sigue ilegalizada.
La sanción de la ley de producción de cannabis y cañamo debe ir acompañada por una ley de acceso a la tierra para los sectores populares. La marihuana no es ni puede ser un monocultivo. En ella radica la oportunidad de generar un producto agropecuario bajo un nuevo concepto de explotación, acceso y distribución de beneficios, la ley debe tener una mirada agroecológica, libre de agroquímicos y pesticidas.
Salud
Sostenemos que es fundamental asegurar el acceso a la atención de salud pública para cualquier persona que tenga un problema de consumo con una perspectiva de reducción de riesgos y daños que deje de lado el punitivismo. El higienismo y el enfoque médico-policial no pueden ser las únicas vías de respuesta.
Quienes utilizan marihuana para fines terapéuticos enfrentan hoy problemas de acceso para la inscripción al Registro del Programa de Cannabis (REPROCANN) garantizado por ley. Esto puede y debe ser mejorado.
A más de un año de su puesta en marcha, ni el sistema público de salud, ni las obras sociales ni las prepagas cumplen con la ley. Esto significa que tenemos que pagar de nuestro bolsillo consultas privadas para registrarnos. Reclamamos que los hospitales y centros de salud, sean públicos o privados, faciliten la inscripción al REPROCANN para que esté al alcance de todos.
Exigimos más presupuesto para el Programa de Cannabis en el marco del Ministerio de Salud de la Nación, y la federalización de la implementación, con referentes y unidades ejecutoras provinciales. Es URGENTE la capacitación al sistema de salud acerca de la marihuana con una mirada no prohibicionista, que dé a conocer sus propiedades y beneficios para la salud.
Es fundamental que la ley de cannabis medicinal contemple de manera urgente el acceso gratuito y efectivo de fitopreparados a personas viviendo con VIH, al colectivo de discapacitades y personas con neurodiversidades. Entendiendo que hoy es un sector altamente vulnerados por los recorte en prestaciones en servicios esenciales y son muches quienes no pueden acceder a la terapeutica cannabica ni por REPROCANN ni a través de la salud pública.
También es urgente el reconocimiento de los médicos veterinarios dentro del marco de atención y producción. Los usos terapéuticos del cannabis en animales están comprobados, la ley debe acompañar sus aplicaciones.
Educación e Investigación
Es necesaria la capacitación cannábica en formaciones de pregrado, grado y posgrado. Es hora de salir del oscurantismo en las facultades de medicina: la planta mejora la calidad de vida de millones de personas en el mundo, basta de criminalizarla en las currículas e ignorar sus propiedades terapéuticas.
También exigimos que se promueva y democratice el acceso a servicios de cualificación y cuantificación de perfil cannabinoide, como ya ocurre en algunas universidades y organismos.
Por último, exigimos que la estrategia de reducción de riesgos, daños y vulnerabilidades llegue a todos los niveles educativos. La información salva vidas, no lo olvidemos. Generar estrategias comunicativas para llegar de manera pedagógica a diferentes niveles educativos debe ser una decisión política.
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