SALTILLO, COAH.- Aunque se le negó a VANGUARDIA el acceso al Hospital de Alta Especialidad del ISSSTE, fue posible platicar con familiares de un paciente internado en el área de terapia intensiva, quienes hicieron algunos señalamientos en torno a las deficiencias que se tienen en el servicio médico que ofrece esta clínica.
“Ayer que tenían que checarle la presión no había médicos suficientes”, fue la primera queja de una de las familiares del paciente de 55 años quien tuvo que ser intervenido quirúrgicamente desde el pasado 16 de febrero a causa de una cirrosis hepática.
A esta queja se sumó la del aspecto sanitario de la clínica, ya que la familia procedente de Parras de la Fuente observó restos de vómito en el suelo de uno de los pasillos del nosocomio.
“Desde en la mañana estamos reportando una vomitada en el pasillo que no han podido limpiar, hemos ido con tres personas diferentes y el personal de limpieza no ha acudido, es algo muy simple, pero tiene mucha relación con la disposición del personal, con la atención que se brinda en esta clínica”, explica una de las afectadas, quien quiso omitir sus datos generales.
Sobre la atención médica, enfatizó en que algunos de los aparatos para brindar tratamientos no funcionan, como el que se utiliza para realizar tomografías computarizadas.
“Lo que si nos molestó en su momento, fue que mi hermano requería de una tomografía para saber el estado de su cerebro porque estaba drenando líquido blanco después de una cirugía, nos dijeron que podría ser masa cerebral, nos alarmamos y preguntamos por qué no le hacían la tomografía y resultó que no funciona el aparato, fuimos a Dirección, preguntamos y nos dijeron que no sabían cuándo iban a arreglarla”, explica una de las familiares del paciente de 55 años.
Ella, explicó a la dirección que su hermano se encontraba en un estado grave de salud y requería de una tomografía que no podía realizarse en ese momento, situación que se reportó al médico, sin embargo, no se obtuvo respuesta inmediata pese a que se trataba de una urgencia.
“Sé que es una situación que no está a nuestro alcance, pero lo que queríamos era que el neurocirujano que lo operó, el doctor Jeisi, que lo viera y que valorara, a él lo estuvimos buscando desde un día anterior y ese mismo día y no estaba aquí, no funcionaba el aparato y nosotros desesperados, fuimos a dirección médica, y preguntamos por el doctor, ellos explicaron que entraba a las 2 y pese a la emergencia nunca llegó, nos dieron las dos, las tres, las cinco y el doctor no vino hasta que él pudo”,
“Ya cuando vino, nos dijo que hay un deterioro evidente en la salud del paciente, que el aparato para hacer una tomografía no funciona, pero nos dijo que no era necesario hacer ese estudio, que no era urgente y que simplemente ya no había nada que hacer”, explica.
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Otra de las situaciones que denunció la afectada, fue la falta de comunicación entre los profesionales de la salud, misma que merma la calidad de la atención médica que se brinda a los derechohabientes, ya que, en el caso de su hermano, los médicos y enfermeras evitaron dar parte del estado de salud del paciente entre ellos mismos, pese a que es su trabajo.
“Nos decían las enfermeras, ¿por qué no le dejó para drenar?, y yo le decía, es que yo no soy el médico, a mí por qué me cuestionas eso, yo no sé por qué no le dejó para drenar, mejor pregúntale al médico y ella me dice, “es que si yo le pregunto él se molesta”, por el celo profesional o yo no sé por qué”, dice.
“Siento que nos ponían en medio de la situación y eso yo se lo dije al doctor, que por qué no le ponían eso para drenar y lo único que nos dijo fue: yo sé mi trabajo”, expone la afectada.
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