En Latinoamérica y el Caribe, los sistemas de salud atraviesan situaciones comunes como el envejecimiento de la población, los desafíos en infraestructura médica, fragmentación de la atención sanitaria, las limitaciones de recursos o la prevalencia de las enfermedades no transmisibles, entre otros.
La pandemia ha puesto en evidencia estas deficiencias y, al mismo tiempo, ha mostrado que hay oportunidades para superar estos desafíos, gracias a la convergencia del conocimiento médico y tecnología, elementos que contribuyen a construir sistemas de salud sostenibles, personalizando el servicio en beneficio de la sociedad.
La crisis sanitaria generada por el covid-19 ha redireccionado los esfuerzos de transformación del ecosistema sanitario, hacia uno mucho más digital y personalizado, pero también más incluyente y participativo. Estamos llamados los gobiernos, autoridades de salud, comunidad médica, industria farmacéutica, organizaciones de pacientes, academia y demás actores que confluyen en el sistema, para trabajar en pro de la innovación, tomando como base el conocimiento, la tecnología y todos los recursos disponibles, con el objetivo de mejorar las condiciones de todos en general.
El informe de investigación “Medicina personalizada en América Latina: Universalizar la promesa de innovación”, elaborado por la Unidad de Inteligencia de The Economist (EIU, por sus siglas en inglés), recomienda la construcción de un marco de referencia inicial que incluya temas de gobernanza, concientización y actitudes, infraestructura y administración financiera, donde pacientes, comunidad médica y autoridades de salud comprendan las posibilidades y desafíos de una medicina personalizada, en beneficio de los pacientes y la sociedad.
Según la investigación de EIU, para adoptar la medicina personalizada, países como República Dominicana deberían contar con modelos de atención basados en valor, digitalización de la salud (incluyendo registros médicos electrónicos), incorporación de evidencia del mundo real en procesos normativos y Evaluación de Tecnologías Sanitarias (ETS). Avances médicos, tecnología, genómica y ciencia de datos confluyen en este nuevo enfoque de la medicina, que además del potencial de mejorar los resultados clínicos de los pacientes, permite a los ecosistemas de salud tomar decisiones basadas en datos, haciendo un uso más eficiente de los recursos.
En el país, la Ley 87-01 ha traído consigo un subsistema de salud que se encarga de prestar los servicios; y el de la seguridad social que se ocupa de velar por el acceso a dichas prestaciones. Esta estructura exhibe niveles de cobertura relativamente amplios, lo cual brinda una base para asegurar que los pacientes en el país tengan cobertura de salud.
Asimismo, los esfuerzos por mejorar la atención primaria como puerta al sistema de salud buscan por una parte, promover el desarrollo de un sistema basado en la prevención, que fortalezca el diagnóstico temprano, más aún, en aquellas raras y crónicas, que llegan en una etapa tardía o de madurez al Programa Medicamentos Alto Costo y Ayudas Médicas. Por otra parte, aspira a consolidar la eficacia del sistema, en base a objetivos que no sobrecarguen su funcionamiento, sino que lo agilicen.
Los sistemas de salud fuertes y resilientes, son aquellos en los que hay una apuesta clara por una inversión temprana en salud a través de la medicina preventiva. ¿Esto por qué? Porque hay mayores beneficios para la salud a un menor costo. Además, la mejora de los sistemas de salud orientada a la optimización de resultados, enfocada en las necesidades de los pacientes y en la sostenibilidad de los sistemas a largo plazo, son estrategias que resultan más eficientes en el mediano y largo plazo.
Para conseguir este objetivo es fundamental el uso de la tecnología por parte de los profesionales médicos. Esto implica analizar e interpretar los datos que tienen los sistemas de salud para tomar decisiones inteligentes, que favorezcan políticas públicas en materia de salud integral.
De igual manera, para asegurar criterios objetivos y verificables existe la Evaluación de Tecnologías Sanitarias con las cuales se examinan las consecuencias técnicas, sociales, económicas, éticas y legales derivadas del uso de la tecnología. Las tecnologías sanitarias son medicamentos, aparatos, procedimientos médicos quirúrgicos usados en atención médica, así como los sistemas organizativos con los que esta atención sanitaria se presta.
Por ejemplo, los mecanismos de fijación de precios en la atención en salud podrían tomarse bajo decisiones que consideren la sostenibilidad, la eficiencia del sistema y sobre todo, el mejor servicio de salud al paciente; sin embargo, la evaluación de tecnologías sanitarias en Latinoamérica, en muchos casos es implementada basada en el precio con miras a disminuir el impacto presupuestario, sin embargo, debería tener un enfoque de toma de decisiones basadas en datos, con mecanismos innovadores de acceso a las nuevas terapias e intervenciones médicas y que optimice la inversión en salud.
El sistema de salud dominicano tiene la oportunidad de lograr la integralidad de los servicios de salud y además afrontar ese reto pasando de un enfoque curativo hacia uno preventivo y basado en datos. El país cuenta con la capacidad y la voluntad del sector público, privado y sociedad civil para transformar su paradigma de atención sanitaria. Este es el momento de co-crear el futuro de salud del país con visión y acelerar el progreso hacia un sistema sostenible y resiliente.
Crédito: Enlace fuente
Discussion about this post