Aunque los electrónicos son herramientas que proporcionan enormes beneficios para la humanidad, ofrecen nuevas oportunidades para el desarrollo social, académico, en el comercio y en distintos ámbitos de la vida diaria, cuando se convierten en desechos que van directo a la basura pueden abonar a los desafíos del cambio climático, la contaminación del suelo, del agua y de los recursos naturales.
Los desechos electrónicos se definen como cualquier aparato que cuente con un enchufe, un cable de corriente eléctrica o una batería; desde paneles solares, teléfonos inteligentes, heladeras, televisores, computadoras portátiles o con CPU, cargadores, componentes de aparatos electrodomésticos y un sinfín de artefactos que ya han cumplido su ciclo de vida.
De acuerdo con un informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), cada año se producen aproximadamente 50 millones de toneladas de residuos electrónicos y eléctricos y si no se toman medidas para el 2050 se espera llegar a las 120 toneladas anuales.
Esto traería afectaciones como la contaminación de las fuentes de agua, las cadenas de suministro de alimentos, el incremento de las emisiones de dióxido de carbono que empeoraría las condiciones climáticas aumentando la temperatura, entre otras consecuencias.
De ahí que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) emitiera una alerta para la atención urgente y una mejor gestión de los desechos sólidos tóxicos que requieren un tratamiento especial ya que contienen sustancias peligrosas y materiales valiosos que pueden ser reutilizados.
Sin embargo, recolectar los residuos electrónicos es una tarea ardua y se requiere de trabajo ciudadano, legislativo y de generación de políticas públicas desde los gobiernos para incentivar la cultura del reciclaje de estos desechos, de acuerdo con Antonio Dewey Pérez, director de FDN Recycling en Saltillo, empresa pionera en el manejo de basura electrónica en la localidad.
EL PROBLEMA DEL CONSUMISMO
Los electrónicos se desgastan y terminan con su vida útil en un tiempo determinado, respondiendo a la ‘obsolescencia programada’ y convirtiéndose en un desperdicio.
La OIT menciona que la industria de consumo de electrónicos aumenta en una tasa del 6% anualmente, mientras que los sistemas de reciclaje se quedan atrás, aunado a esto, existe una confusión y desinformación entre los consumidores en términos sobre cómo se deben manejar estos residuos.
La respuesta es simple; hay que separarlos de los desechos convencionales como madera, vidrio, plástico, metal, y colocarlos en los contenedores adecuados para los residuos electrónicos ya que estos no son biodegradables.
RECICLAJE: UNA OPORTUNIDAD PARA APROVECHAR LOS RECURSOS
En Saltillo, FDN ha instalado tres contenedores que funcionan de forma permanente en parques de la Secretaría del Medio Ambiente (SEMA), además de algunas universidades como la UA de C donde se recolectan todos los residuos electrónicos que luego son trasladados al centro de reciclaje para ser separados y gestionados de forma adecuada.
De acuerdo con Eduardo Valdés Valdés, gerente de la empresa, alrededor del 20 por ciento de los materiales que se desechan pueden ser reutilizados y con ellos es posible reconstruir nuevos aparatos electrónicos, como en el caso de una donación que se hizo a la Facultad de Medicina de tres computadoras reconstruidas con material electrónico reciclado.
“Apoyamos a fundaciones o escuelas que necesiten equipo; de diez computadoras que nos lleguen podemos reconstruir una que puede ser donada o vendida a bajo costo, este es nuestro enfoque, si se va a tirar algo, hay que ver si se le puede dar una segunda vida”, explica.
En ese sentido, señala que si alguna institución requiere de un plan de recolección de residuos electrónicos, solo deberán ponerse en contacto con el equipo de FDN a través de sus redes sociales, o bien, al número telefónico 844 300 4816.
“Queremos invitarlos para que no tiren sus electrónicos, creemos que es importante generar una cultura del reciclaje, que cada vez más gente conozca y sea consciente de que hay un lugar a donde pueden llevar sus equipos, podemos apoyar a la industria, a los comercios, las instituciones o al público en general”, agrega.
Finalmente, recalcaron que esta labor de reciclar los residuos electrónicos también puede ser remunerada ya que existen componentes y materiales en los aparatos que todavía tienen valor;
“Todo es remunerable, CPU´s, celulares, cables, tarjetas de memoria, módems, antenas, routers, discos duros, equipo electrónico industrial, unidades de CD, todo esto lo pesamos, hacemos una boleta y ellos reciben una bonificación”, concluye.
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